Para cambiar los hábitos, los automatismos, las costumbres que están grabados en nosotros muchas veces desde la infancia, el deseo de emprender el cambio es el primer paso.
Sin embargo, ¡el camino que queremos caminar no es un sendero recto y plano! Porque algunos cambios van a tocar directamente la puerta de nuestro inconsciente, y generar conflictos con ud mismo, como por ejemplo: "Ya dije que no voy a comer más esos chocolates rellenos con avellana... ¡Pero que ricos que son!", y después de una tarde completa a ojear la cajita de chocolates se lanza ferozmente a comer siquiera unos cinco. Realmente, no es porque la persona no tiene voluntad y es débil, sino que tal vez esos chocolates traen una sensación de bienestar que fue grabada en nuestro inconsciente durante la niñez. Ahí es cuando la tarea aparece entonces casi imposible a realizar... ¡Pero en realidad si lo es!
Cada uno pasamos por ese tipo de experiencia. Yo mismo me demore años en dejar de comer pan. ¡Que difícil para mi, francesita criada con la baguette arriba de la mesa, cambiar mis costumbres! Y sabia que eso me hacia daño, pero un pedacito no más, no pasa nada... Y poco a poco, con paciencia, perseverancia y apoyo de mi familia logre por fin dejar definitivamente, y mas que todo ya no extrañarlo.
Claro, eso dicho, no hay que darse por vencido antes de comenzar, pero si es importante ser consciente de que una vez dado el primer paso hacia la naturopatía, el camino es aún largo y propio de cada uno. Ahí el naturópata es la persona adecuada para indicarle las pautas principales y acompañarle en este proceso de reencuentro con la salud, sin olvidar nunca que el director de orquesta, ¡es usted!
Pasos principales para lograr el cambio.
Primero, el cambio que planeamos hacer tiene que resultar de un deseo profundo de la persona, sin estar en contradicción con sus convicciones, y mas bien llegar a ser como un acto lógico y coherente en su vida.
Es importante también que esa decisión no sea muy brusca y agresiva para los seres queridos que le rodean, como por ejemplo :"Mi amor, ¡a partir de ahora ya no habrá mas carne en esta casa!". Ese tipo de actitud solo le traerá el rechazo definitivo de parte de ellos sin vuelta atrás. Cuando en realidad, que su núcleo familiar adhiere a su nueva manera de querer vivir es más que importante, es esencial, ¡pues ud vive con esas personas!
Las condiciones favorables con usted mismo y con su familia reunidas, ¡manos a la obra! Pero siempre contando con estos elementos esenciales:
Creer en sí mismo: nunca olvide que ¡usted sí puede! Siempre tratar de ser positivo, sabiendo que el cambio se realiza poco a poco, y no juzgarse y dejarse ganar por el desaliento.
Ser paciente consigo mismo, el cambio se hace con tiempo. Algunos resultados se observaran muy rápidamente, otros se demoran, o se realizan en varias etapas, días, semanas, meses, años! Quién sabe, cada uno sigue su camino y no se parece a ningún otro. Lo que sí, no es de postergar cada día para mañana el cambio. Arrancar hoy, aunque sea con un detalle, pero hoy. Los pequeños pasos son mas sencillos que dar un gran salto de golpe.
Fijarse unas metas con objetivos simples, es una buena manera de avanzar gradualmente en el cambio.
Es bueno ser consciente también de que en el proceso de transformación, van a haber altos y bajos, momentos muy satisfactorios y "recaídas" en nuestros viejos hábitos. Y saber que eso es normal, y que no importan cuantas veces serán necesarias las recaídas, sino saber que cada vez que me volveré a levantar habré hacho un gran avance!
En fin, para lograr el cambio pese a ese camino que a veces parece dar mil vueltas para llegar al destino, es regularidad y perseverancia, nunca tirar la toalla, no perder la fe en que usted es dueño de su salud y que ¡sí lo va a lograr!
«El hombre que mueve montañas empieza apartando piedrecitas»
Confucio