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El consumo de leche y la salud en 10 puntos

"¡La leche es buena  para la salud!"

 

Usted también duda de esta afirmación? Tiene razón. Y aquí le vamos a explicar porqué.

En la televisión, en toda revista, en los centros comerciales, en las escuelas y en los centros de salud, no hay un lugar que escape de las publicidades a favor de la leche y sus derivados, aparentemente indispensable para la salud.
Los estudios que comprueban el contrario están cada vez más numerosos. Y sin embargo, el mensaje publico no cambia.
1. La influencia de los gigantes de la industria lechera.

Según la CIL, el Centro de la Industria Láctea, "la industria láctea formal procesa 2’662.560 litros diarios, de los cuales, el 31% se destina a la elaboración de quesos; un 27% representa la leche en funda; 20% leche en cartón; 11% para leche en polvo; 10% para yogurt y el 1% para otros productos lácteos."[1]

Y según un articulo publicado en "el Telegrafo", en 2016 un ecuatoriano bebía 100 litros de leche por año. Sin hablar del queso, yogures, chocolates, postres, helados y demas[2].

En otras palabras, estamos hablando de un mercado ENORME.

 

La industria lechera es poderosa, a nivel mundial. Un estudio que se empañó en observar la relación entre los resultados de estudios científicos y sus financiamientos, concluye que dichos resultados son influenciados por quien les financia, especialmente en lo que concierne las bebidas no alcohólicas, jugos y leche.[3]Y los principales estudios que demuestran que la omisión de los lácteos en la dieta incrementa los riesgos de fracturas y  deficiencias en calcio son financiados por la industria lechera [4] [5].

 

Por otro lado, dos meta análisis (revisión sistemática de los resultados de diferentes estudios) en 2005 y 2006 demostraron que el numero de fracturas y la densidad mineral del hueso no estan ligados a la toma elevada de calcio por medio de la alimentación[6] [7].

Además, dos estudios independientes declaran que es imposible concluir que el consumo de lácteos protege contra la osteoporosis a la edad adulta[8][9].

Resumiendo, el consumo de lácteos no protege contra la osteoporosis, no protege de las fracturas, y no aumenta la densidad osea.

Y al día de hoy es imposible afirmar que niños y adolescentes que no consuman lácteos corran peligro alguno.

2. La aparición de la leche en la dieta del ser humano.

 

El ser humano evolucionó durante unos 7 millones de años sin consumir NINGÚN lácteo, aparte de la leche materna, exclusivamente reservada a los recién nacidos.

La agricultura y la domesticación de animales se data de hace 9000 años atrás. Si suponemos que los 7 millones de años de existencia del ser humano sería 1 año, entonces el consumo de productos lácteos empezó el 31 de diciembre a las 23:00.[4]

Debemos constatar que nuestros ancestros aseguraron su aporte en calcio gracias a un consumo de carne, pescado, huevos, tubérculos, frutos y bayas etc. y gozaban de una buena salud ósea. [10]

Conociendo la historia de nuestra evolución,  sobre millones de años, pues  nuestro sentido común nos puede dejar intuir que nuestro organismo no es apto para procesar los lácteos.
De hecho, el humano es el único ser que consume leche luego del destete, y para colmo de otra especie.
3.¿Donde se consumen más lácteos? ¿Estas poblaciones están realmente con un mejor estado de salud?
En 2002, la OMS habla de la  "Paradoja del calcio" [11]. Eso designa la constatación de que los países Nórdicos dónde más se consume lácteos, y entonces dónde existe un mayor aporte de calcio vía la alimentación, tienen huesos más pesados, son más altos, y tienen más fracturas del cuello del femur.
Al contrario, en África y en Asia, las poblaciones que consumen poco o nada de productos lácteos tienen una salud ósea muy buena, poco casos de osteoporosis, y poca fracturas.
No se puede tratar de una coincidencia.
Así que si quieres mantener una buena salud osea, ¡evita los lácteos!

 

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4. El argumento de la vitamina D.

Algunos diran que los resultados de la OMS se deben a la falta de vitamina D, la vitamina del sol, en esos países Nórdicos, por los largos inviernos que pasan. De hecho, es verdad que esa vitamina es esencial a la fijación de calcio para nuestros huesos, y que existe una gran deficiencia de esta en aquellos países.

Sin embargo, los Australianos, que benefician de un sol abundante todo el año, tienen unas tasas de fracturas similares a los nórdicos.

Así que el Sol no explica tanto las fracturas, los lácteos en cambio, si.

5. Pruebas científicas no manipuladas.

Al día de hoy, no existen prueba solidas de que el consumo de lácteos protege a los huesos de las fracturas.

25 millones de recién nacidos norte americanos criados sin nada de leche de vaca (pero con sustitutos de soja) tuvieron un crecimiento NORMAL, y ningún problema de malnutrición[12].

Además, en 150 000 mujeres con menopausia, se midió la relación entre el consumo de lácteos y las fracturas del cuello del fémur.

Conclusión: las mujeres que consumieron más lácteos, especialmente durante la niñez y la adolescencia, no tienen menos fracturas que las que consumieron menos. [13][14]

6. La leche de hoy.
 

Los lácteos de hoy son muy diferentes de los que tomaban nuestros abuelitos. Las vacas son alimentadas para crecer rápido, producir cantidades astronómicas de leche y de carne para satisfacer la demanda de los consumidores.

Por lo tanto, en la leche de vaca, hay grandes cantidades de IGF-1, un factor de crecimiento. Ese factor de crecimiento incrementa el desarrollo de todo tipo de tejidos en el organismo, permitiendo el crecimiento. Eso incluye también las células cancerígenas. Y el consumo de lácteos está relacionado directamente con el cáncer colorectal o de próstata[15][16][17].

 

7. Las caseína.

Se conocen las principales proteínas de la leche de vaca en el mundo de los fisioculturistas: es corriente que tomen suplementos de caseína o de whey para aumentar la masa muscular mas rápidamente.
Hablemos de la caseína: es una proteína, muy abundante en la leche de vaca (80% de las proteínas de la leche de vaca son caseínas). La leche de vaca contiene 30g/l de caseina, contra 9g/l en la leche de mujer [18].
Una propiedad de la caseína es que cuando se encuentra con alguna sustancia alcalina, cambia de forma y se vuelve pegajosa. De hecho, se usa caseína para preparar pegamentos, pinturas, y plástico moldeable [19][20]. Entonces, cuando la caseína ingresa al intestino delgado y se encuentra con la bilis, nos podemos imaginar como se forman coágulos pegajosos, y por ende irritantes para la pared intestinal.
"No es porque lo digiero que lo tolero" nos dice la naturópata Marion Kaplan, discípula de la Dra Kousmine, que nos explica como la caseína va, a largo plazo, provocar daños importantes en el intestino y por ende en nuestro sistema inmune (no olvidemos que nuestro intestino y la flora bacteriana que lo puebla es una parte capital de nuestro sistema inmune)[21]. Y como nuestro cuerpo se tuvo que adaptar al aporte diario y elevado de caseína, ya no nos avisa con una inflamación importante y creemos que lo digerimos y lo toleramos perfectamente, cuando el daño silencioso que provoca es mucho más peligroso.
8. Leche de vaca vs. leche de mamá.
La leche de la mamá de un recién nacido esta perfectamente adecuada a sus necesidades, vamos a detallar un poco como se compone, y compararla con la leche de vaca.

 

La leche humana contiene 7% de lactosa, la cual es la cantidad la más fuerte observada en mamíferos.

La lactosa favorece la asimilación de varios minerales; su descomposición libera galactosa, un azúcar indispensable al desarrollo del sistema nervioso central del bebé; permite la proliferación de lactobacillos, que acidifican el intestino para evitar la implantación de bacterias patógenas.

Hay que saber que para desdoblar la lactosa, se necesita de una enzima que se llama lactasa, que se escasea mientras el niño crece y hasta desaparece en el adulto. Lo que comprueba que, fisiologicamente, un adulto no necesita consumir leche.

 

Ademas, la leche de mujer es muy rica en grasas esenciales al desarrollo del sistema nervioso central, como trigliceridos, colesterol, ácido oleico, ácido linoleico etc.

 

Hablando de proteínas, la leche de mujer tiene proteínas muy diferentes de las que son presentes en la leche de vaca, que van a ayudar a sintetizar la lactosa (alfalactalbumina), van a permitir transportar hierro y zinc en el intestino (lactotransferrina), van a construir el sistema inmune del niño a nivel del intestino (IgA secretorisa) etc.

 

En lo que concierne los minerales y vitaminas, la leche de mujer no contiene cantidades excepcionales, pero la repartición de esos micro nutrientes es optima para el niño lactante.

 

Y para colmo, la leche de vaca contiene un conjunto de factores de crecimiento adaptados al desarrollo de un ternero, el cual toma aproximadamente 100 kg el primer año de vida. Esas informaciones son, por lo tanto, inadaptadas al ser humano. El niño humano tiene un crecimiento de huesos lento, pero desarrolla un cerebro grande y complejo. El ternero crece rápido, pero desarrolla poco el cerebro.

 

La leche de vaca no se puede digerir normalmente porque las enzimas y la flora humana no esta adaptada a este alimento. Y peor en el intestino inmaduro de un recién nacido. En cambio, el ternero posee cuatro estómagos para procesar la leche de su mamá y luego los vegetales. Y dispone de un arsenal enzimático muy diferente al del ser humano. [22]

9. Leche y expansión de la diabetes tipo I.

La leche de vaca, como fluido hormonal propio de la vaca, contiene insulina bovina, la cual es bastante parecida a la insulina humana. El Dr Outi Vaarala nos explica como nuestro organismo se confunde, y al no reconocer esa insulina, nuestro sistema inmune ataca con anti-cuerpos que no van a diferenciar la insulina bovina de la humana [23]. Aparece entonces una enfermedad autoinmune, nuestra propias defensas atacan las células bêta del páncreas (productoras de insulina). Ya no hay insulina. La persona se convirtió en diabético de tipo 1 (enfermedad supuestamente genética, no lo olvidemos).

Diferentes estudios demuestran muy bien esa relación, y el peligro de dar a los recién nacidos, que aun no tienen el intestino maduro, productos lácteos. [24][25][26][27]

 

10. Conclusión
Para concluir... El organismo del ser humano no esta diseñado ni adaptado para consumir leche de vaca, a ninguna edad y por ningún motivo, pese a las recomendaciones oficiales y del lobbying de la industria lechera. Ademas de todos los estudios citados que ya demuestran esta afirmación, estan realizando otros que evidencian la correlación entre lácteos y enfermedades autoinmunes y degenerativas, estemos atentos a eso.
Todo eso dicho, ¡cada uno es libre de eligir si quiere seguir consumiendo lácteos y darle a sus hijos!

 

Fuentes:

 

[1]https://www.industrias.gob.ec/bp-070-el-futuro-de-la-industria-lechera-y-de-lacteos-se-analizara-al-mas-alto-nivel-en-quito/

 

[2]https://www.eltelegrafo.com.ec/noticias/economia/4/la-produccion-local-de-leche-ha-aumentado-3-al-ano-desde-2007

 

[3]Lesser, L. I., Ebbeling, C. B., Goozner, M., Wypij, D. & Ludwig, D. S. 2007. Relationship between Funding Source and Conclusion among Nutrition-Related Scientific Articles. PLoS Med, 4, e5.

 

[4]http://www.dur-a-avaler.com/les-plus-grands-mensonges-sur-les-produits-laitiers-12/

 

[5]Guo, J., Astrup, A., Lovegrove, J. A., Gijsbers, L., Givens, I. and Soedamah­Muthu, S. S. (2017) Milk and dairyconsumption and risk of cardiovascular diseases and all­cause mortality: dose­response meta­analysis of prospective cohort studies. European Journal of Epidemiology, 32 (4). pp. 269­-287. Disponible en: [http://centaur.reading.ac.u/6998//art%253A10.1007%252Fs10654-017-0243-1.pdf]

 

[6] Lanou AJ, Berkow SE, Barnard ND. Calcium, dairy products and bone health in children and young adults: a re-evaluation of the evidence. Pediatrics 2005;115: 736-43

 

[7] Winzenberg T, Shaw K, Fryer J, Jones G. Effects of calcium supplementation on bone density in healthy children: meta-analysis of randomised controlled trials. BMJ 2006 doi: 10.1136/bmj.38950.561400.5.

 

[8]Bachrach LK. Acquisition of optimal bone mass in childhood and adolescence. Trends Endocrinol 2001;12: 22-8

 

[9]Wosje KS, Specker BL. Role of calcium in bone health during childhood. Nutr Rev 2000;58: 253-68

 

[10]http://www.dur-a-avaler.com/wp-content/uploads/2012/06/paleopathologie-paleolithique-0434.php

 

[11]Régime alimentaire, nutrition et prévention des maladies chroniques - Rapport d'une Consultation OMS/FAO d'experts, OMS, Série de Rapports techniques 916, Organisation mondiale de la Santé, 2003. [Consulta el 05 de noviembre de 2018]. http://www.who.int/nutrition/publications/obesity/WHO_TRS_916/fr/

 

[12]Setchell KD. Assessing risks and benefits of genistein and soy. Environ Health Perspect. 2006 Jun;114(6):A332-3.

 

[13].D Feskanich, W C Willett, M J Stampfer, and  G A Colditz. Milk, dietary calcium, and bone fractures in women: a 12-year prospective study. Am J Public Health. 1997 June; 87(6): 992–997.  

 

[14]Nieves JW1, Barrett-Connor E, Siris ES, Zion M, Barlas S, Chen YT. Calcium and vitamin D intake influence bone mass, but not short-term fracture risk, in Caucasian postmenopausal women from the National Osteoporosis Risk Assessment (NORA) study. Osteoporos Int. 2008 May;19(5):673-9.

 

[15]Marie-Christine Boutron-Ruault, Esther Kalonji, Isabelle Bordes, Sandrine Wetzler et Irène Margaritis.Facteurs de croissance du lait et des produits laitiers : un impact sur le risque de cancers ?Growth factors in dairy products: an influence on the risk of cancer?Médecine & Nutrition 49 (2013) n° 4, 149-153

 

[16]Qin LQ1, Xu JY, Wang PY, Tong J, Hoshi K. Milk consumption is a risk factor for prostate cancer in Western countries: evidence from cohort studies.Asia Pac J Clin Nutr. 2007;16(3):467-76.

 

[17]Qin LQ1, Xu JY, Wang PY, Kaneko T, Hoshi K, Sato A. Milk consumption is a risk factor for prostate cancer: meta-analysis of case-control studies. Nutr Cancer. 2004;48(1):22-7.

 

[18]https://www.universalis.fr/encyclopedie/caseine/

 

[19]Jeanne Brigando. LA CASÉINE ET SES DÉRIVÉS PLASTIQUES. Le Lait, INRA Editions, 1941,21 (201_202_203), pp.17-28. <hal-00927843> Disponible en:[https://hal.archives-ouvertes.fr/hal-00927843/document]

 

[20]http://www.terrevivante.org/222-faites-votre-peinture-a-la-caseine.htm

 

[21]https://www.youtube.com/watch?v=HB6PV2wA4XU

 

[22] Seignalet J. L'alimentation ou la troisième médecine. 5a ed. Paris: Francois Xavier de Guibert; 2004.

 

[23]https://www.lanutrition.fr/les-news/dr-outi-vaarala-l-le-lait-de-vache-augmenterait-la-permeabilite-intestinale-r

 

[24]Vaarala O, Ilonen J, Ruohtula T, et al. Removal of Bovine Insulin From Cow's Milk Formula and Early Initiation of Beta-Cell Autoimmunity in the FINDIA Pilot Study. Arch Pediatr Adolesc Med. 2012 Jul 1;166(7):608-14. doi: 10.1001/archpediatrics.2011.1559.

 

[25]Knip M1, Virtanen SM, Seppä K, et al. Dietary intervention in infancy and later signs of beta-cell autoimmunity. N Engl J Med. 2010 Nov 11;363(20):1900-8. doi: 10.1056/NEJMoa1004809.

 

[26]Onkamo P, Väänänen S, Karvonen M, Tuomilehto J. Worldwide increase in incidence of Type I diabetes--the analysis of the data on published incidence trends.Diabetologia. 1999 Dec;42(12):1395-403.

 

[27]Vaarala O. Human intestinal microbiota and type 1 diabetes. Curr Diab Rep. 2013 Oct;13(5):601-7. doi: 10.1007/s11892-013-0409-5.

 

 

Tlga. en Naturopatía

Mathilde Chalampuente Watel

Registro SENESCYT 2059-2017-1870099

 

matico.chalampuente@gmail.com

Quito, Ecuador